En ocasiones, al cepillarse los dientes accidentalmente se hieren las encías y sangran. Esto es natural. No obstante, en otros casos, las encías sangran fácilmente no sólo al cepillarse sino al morder alimentos duros o por cualquier causa.
La causa principal es una enfermedad llamada gingivitis, muy común en los adultos, en la que las encías están enrojecidas, inflamadas, se sienten blandas al tacto y sangran fácilmente.
Las embarazadas y los diabéticos son propensos a sufrir de encías sangrantes, lo mismo que los enfermos con trastornos hormonales o de la sangre.
Algunos medicamentos tienen como efecto secundario el sangrado de las encías. Y las deficiencias graves de vitamina C son causa de una enfermedad llamada escorbuto, una de cuyas manifestaciones es, también, el sangrado de las encías.
La gingivitis, causa principal de las encías sangrantes, si no es atendida o prevenida, puede conducir a un trastorno más grave llamado periodontitis.
Es importante evitar o atender las gingivitis para evitar que se conviertan en una periodontitis, que lleva a la caída de los dientes.